“La sociedad debería tener miras más altas y la baja materna ser de al menos 1 año”

Condiciones de Vida | Proteccion Social |

(ABC). José María Paricio Talayero es Pediatra, Doctor en Medicina (Su tesis “Lactancia materna y hospitalización por infecciones en el primer año de vida” (UAM). Es Presidente de APILAM, Asociación para la Promoción científico-cultural de la Lactancia Materna. Fundador y coordinador de www.e-lactancia.org www.telasmos.org. Autor del libro “Tu eres la mejor madre del mundo”. Colaborador de IBFAN en 2017. Es miembro del Consejo Consultivo de Salud de La Leche League Int. desde 2017 y vocal del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (2000-2013).

Ha colaborado con el Ministerio de Sanidad en la Guía de Práctica Clínica sobre Lactancia Materna (2017), en la Estrategia nacional de Salud Sexual y Reproductiva (2001) y en la Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal (2010). Fundador y presidente del primer Comité para la Humanización de la Asistencia en el Hospital de Gandía (Valencia) en 1984. Es Jefe de servicio de Pediatría 20 años en el Hospital Marina Alta de Alicante, tercer hospital de España en obtener la acreditación IHAN de OMS/UNICEF y miembro 15 años del equipo de Transporte Neonatal de la provincia de Alicante.

Hablamos con él sobre la posibilidad de equiparar la baja paternal a la maternal sin que esta última se alargue.

-¿La baja por maternidad en España es suficiente?

-Para nada. El permiso remunerado por maternidad debería permitir a las mujeres que desean amamantar, hacerlo un mínimo de 6 meses de forma exclusiva como recomiendan todas las instituciones con autoridad sanitaria del mundo y eso sólo se puede hacer si el permiso es de 6 meses. De paso se beneficiarían las madres que no amamantan.

Eso en cuanto a motivos que tienen que ver con la lactancia. Pero para una crianza tranquila, sin agobios, que redundará en beneficio de bebés y madres y padres y sociedad sería preciso tener miras altas e ir a por el permiso de 1 año, que existe en algún que otro país de Europa. Eso de paso lograría sacarnos del pozo de baja fecundidad en que estamos en este momento y que no asegura el relevo generacional ni el pago de las pensiones. No deberíamos seguir con el modelo de relaciones laborales agotadoras, antipersona y antifamilia impuesto desde el inicio por la sociedad industrial.

¿Aumentarla para el padre dejando como está la de la madre es vestir un santo para desvestir a otro?

 

-Me parece una burla extraña y oportunista que el hombre ahora reivindique igualdad y falta de discriminación respecto a lamujer, cuando la historia esta escrita desde el principio de los tiempos al revés. Yo le pondría al asunto una pizca de pudor y me esperaría un poco.

Creo que habrá que llegar a ello, pero antes invertiría esfuerzo y presupuesto en alargar el permiso de la mujer, porque corremos el riesgo de que los hombres ganen ágilmente su mayor permiso y luego no haya recursos económicos para más.

Creo que los hombres, parejas de esas mujeres madres de los hijos comunes harían mejor en luchar por alargar el permiso de ellas y, una vez conseguido reivindicar el suyo, es decir, sin renuncias a ello, tenerlo en el medio-largo plazo. No somos iguales los hombres y las mujeres, nosotros ni gestamos vida ni la mantenemos los primeros meses (mantener en el sentido biológico del amamantamiento), así que esa carga extra bien merece una compensación en el modelo de relaciones laborales.

Cuando las madres se sientan a gusto con su permiso de maternidad y sus relaciones laborales interfieran menos con la crianza y no vean amenazado su futuro profesional, será el momento de hablar del padre. ¡Ojalá hubiese recursos suficientes para acometer ambas cosas a la vez!, pero hay que recordar que el parlamento europeo ha llegado a recomendar alargar el permiso materno varias veces sin que, por motivos presupuestarios, se haya llevado a cabo.

-En el fondo del debate está el asunto de las desigualdades salariales y del techo de cristal sin que esté sobre el debate la cuestión biológica. Este es un asunto muy complejo porque una cosa es lo que queremos a nivel ideológico y otro es el biológico. Qué opina usted. ¿Cree que este debate está mal planteado? El techo de cristal existe porque somos diferentes a nivel biológico y esto no se está teniendo en cuenta o porque, efectivamente, hay unas leyes que son claramente discriminatorias. ¿Qué solución ve más viable o qué cree que falta por meter en este debate?

 

-Como he dicho, no somos iguales biológicamente, hay hechos contundentes que no pueden ser obviados. El hecho biológico hay que introducirlo en el debate. Pero es que, además, el modelo de sociedad, en especial el laboral que tenemos y nos hemos dado, lo han construido hombres (y hombres poderosos), sin dejar opinar gran cosa a las mujeres. El modelo industrial que nace en el XVIII, es un modelo muy “hombre”, muy competitivo y que no tiene en cuenta a las personas o lo justo para que puedan seguir trabajando sin fallecer en el intento; nace y crece cuando la familia no era lo que es hoy.

Ese modelo se ha ido dulcificando gracias a reivindicaciones de los propios trabajadores en estos casi 3 siglos y las mujeres se han incorporado tarde a la lucha por el cambio de modelo, entre otras cosas porque no se les ha permitido y también por haber un sector del feminismo que defiende el modelo hecho por el hombre. Hoy día ese modelo, aún menos estricto que el original, no sirve para la conciliación de la vida familiar tal como la entendemos ahora. Hay que introducir el cambio de modelo de relaciones laborales en el debate luchando por el horario flexible, el trabajo a distancia, la reducción de horas, y asegurando que las mujeres que tomen permiso por maternidad y hasta una excedencia o un horario reducido no pierdan cualificación laboral.

Pero además de estos dos temas (cuestión biológica y humanización del trabajo) hay que introducir en el debate la importancia del proceso reproductivo para la propia sociedad. Este punto es el que, a mi juicio anula el riesgo de discriminación de la mujer: hay que tener esto en cuenta en el salario y en la cualificación laboral y es o no es favorecer a la mujer, sino tener en cuenta su producción diferente para la sociedad en determinados momentos de su vida.

Sólo resolviendo esos tres puntos, la mujer que quiera ser madre, tendrá la tranquilidad de poder mantener una carrera profesional sin obstáculos respecto al hombre y podrá conciliar su vida familiar (antropológicamente, su vida reproductiva) con la profesional.

Ah, y por el techo de cristal: creo que es tanto porque hay leyes -discriminatorias, como porque la mujer, más sensata, en general, que el hombre, no le pone tanto como a él, el modelo laboral creado por él y sin tenerla en cuenta a ella.

-Que las bajas (tal y como propone esta propuesta) sean intransferibles, ¿cree realmente que servirá para algo?

 

-No he reflexionado sobre esto. Quizás sirva para evitar abusos, generalmente del hombre hacia la mujer. Aunque podría ser bueno que si el padre o la madre, uno de los dos, no está muy interesado en la crianza o considera que su trabajo es más importante o no puede dejarlo en ese momento, le pasase su permiso a su pareja y no se perdiese, en la práctica creo que es mejor que sea intrasferible, por lo que he comentado de la posibilidad de abusos difícilmente comprobables. No sé, debería oír más opiniones parra formarme un juicio.