
Aumenta con la crisis el número de "abuelos esclavos"
(Las Provincias). "El plato de pastillas que me tomo por las mañanas es más grande que el plato del desayuno". Anselmo tiene 67 años, es maestro jubilado y tiene colesterol, tanto azúcar "que orino caramelo" y un sinfín de "teclas". Pero el sentido del humor tampoco le falta. Y eso que, junto a su esposa, es abuelo 'full time'. Es decir, las 24 horas del día. Tiene tres nietos a su cargo: dos niñas de seis años y cinco meses y un niño de dos años "que está hecho una fiera corrupia", bromea de nuevo Anselmo.
Una de sus dos hijas acaba de separarse y ella y los dos mayores viven ahora en casa de los abuelos en Valencia. Anselmo y señora abren un ojo a las 7:30 horas, y con ellos toda la familia. Llevar a los mayores al cole, recibir a la pequeña (de su otra hija) y cuidarla hasta las siete de la tarde, paseos y correteos por el parque, recoger a los nietos en la escuela, ayudar a su hija (trabaja a media jornada) con las meriendas, baños, cenas... "Es durísimo. ¡Durísimo! Pero a mí que me trajeran 20, que me moría, ¡pero con gusto! Como puse en Facebook el otro día que 'mi pequeña' cumplió cinco meses, es lo que Dios nos ha dado para que sepamos cómo son los ángeles".
Anselmo es un abuelo 'esclavizado', pero lo vive con felicidad, y no sufre lo que los médicos han venido a llamar el síndrome del "abuelo esclavo", un conjunto de síntomas físicos y psicológicos en personas mayores con niños a su cargo que se ha disparado en los últimos tiempos, como subrayan desde el Hospital de Manises. Dolor crónico, ansiedad, perdida del apetito, insomnio e incluso hipertensión son algunas de las dolencias asociadas al citado síndrome.
El perfil más repetido es el de mujeres de más de 50 años, "con hiperresponsabilidad y elevada autoexigencia, y con una preocupación excesiva por el bienestar de su familia", según María José Fernández Carbonell, psicóloga del Hospital de Manises. Y el síndrome, como destacan desde el propio centro médico, "se está viendo potenciado por la crisis económica".
El reto de los sueldos
"A comer, los dos mayores se quedan en el cole, gracias a Dios", apunta Anselmo recordando su día a día con sus tres nietos. Y da fe de que las apreturas económicas de sus hijos tienen mucho que ver en que él y su mujer tengan que volcarse con ellos. "Con los sueldos que hay hoy en día es muy difícil que puedan tener una canguro, recortan de guardería. Los jubilados estamos haciendo mucho por la sociedad... y luego no dejan de hacernos la puñeta y de quitarnos de aquí y de ella", lamenta el abuelo valenciano.
Desde el Hospital de Manises recomiendan a los 'abuelos esclavos', para dejar de serlo, intentar dedicar algo de tiempo a sí mismos, tratar de alimentar las relaciones sociales, dormir y alimentarse bien. Aunque, quizás, el tratar de adaptarse a las circunstancias con optimismo y sentido del humor sea la mejor de las recetas posibles. O como bien dice el 'pluriempleado' Anselmo, "si Dios te da limones, pues a hacer limonada".